La granada ( Punica granatum) es una de las plantas más antioxidantes que existe, superando al vino, al té verde, la manzana o la naranja. Ahora que estamos en plena temporada, os enseñamos sus propiedades, de las que podéis sacar el máximo partido tomando un zumo, consumiendo la fruta en sí misma o utilizando la cáscara. Además se puede agregar a las ensaladas, yogures o batidos, hacer postres, macedonias o en salsas para acompañar carne.
Propiedades de la granada:
- Debido a su gran poder antioxidante, neutraliza los radicales libres, que son átomos reactivos e inestables, que provienen del metabolismo o del ambiente contaminado que nos rodea y que dañan a las células, provocan envejecimiento, y enfermedades.
- Tiene además propiedades antiinflamatorias y antisépticas por su contenido en ácido cítrico y málico.
- Refuerza el sistema inmune.
- Su zumo es efectivo contra la fiebre y el dolor de garganta.
- Protege de la degradación de los cartílagos.
- Ayuda al hígado a depurarse y fortalecerse; tomándola de forma continuada se ha demostrado que regenera la sangre y le da fluidez.
- Disminuye el riesgo cardiovascular ya que reduce los niveles de colesterol malo en la sangre.
- Muy recomendada para personas anémicas, por su riqueza en minerales, especialmente de hierro, que junto con la vitamina C y el cobre que tiene, hace muy fácil su absorción.
- Aumenta el deseo sexual en ambos sexos, es una "viagra" natural.
- La decocción de la cáscara sirve para fortalecer las encías, utilizándola como enjuague.
- Ayuda a redistribuir la grasa alrededor del cuerpo, evitando que se acumule en el abdomen.
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