El aloe vera es una de las plantas con mejores propiedades medicinales que existen. Ya desde la antigüedad se regalaba como planta de la buena suerte, se le atribuía el don de la inmortalidad y se utilizaba como planta espiritual. Se trata de una planta de fácil cuidado, basta con que tenga buena iluminación, un sustrato bien drenado con riego escaso y temperaturas no muy frías (hay que protegerla en invierno). Puede utilizarse como aplicación externa o ingerida. Os vamos a enseñar sus propiedades y sencillas preparaciones que podéis hacer en casa.
Para la piel:
Bastará con cortar un trozo de hoja de aloe y aplicar el gel que contiene sobre la zona afectada:
- Quemaduras en general, ya sea causadas por el sol o por cualquier fuente de calor, escoceduras, heridas, cortes, llagas, ampollas, cicatrices, varices, psoriasis, acné, manchas de la piel, herpes labial, cándidas o picores vaginales (en forma de baño vaginal con agua tibia y aloe). El aloe es un potente regenerador de la piel y la restaura rápidamente, además es un gran antimicrobiano.
- En torceduras, luxaciones, esguinces, dolor de articulaciones y pies cansados aplicándolo alivia rápidamente el dolor.
- Para picaduras de insectos, plantas y animales que provocan efectos urticantes.
- Para el sarampión, escarlatina o varicela, mitiga los picores.
- Tras la depilación o afeitado evita la aparición de puntos rojos e irritación, cerrando rápidamente los poros dilatados.
- Es un gran desodorante ya que neutraliza el olor corporal, indicado como alternativa a personas alérgicas a los desodorantes convencionales.
- Para el cabello, contra la caspa, la grasa o para mejorar las condiciones del pelo dejándolo brillante, resistente y sano, aplicamos el gel y dejamos actuar 20 minutos, después lavamos.
Otros usos del aloe vera:
Deberemos ingerir la pulpa del aloe en los siguientes casos:
- En caso de alergias y asma, el aloe refuerza el sistema inmunológico y mejora la respuesta de nuestro cuerpo frente a los alérgenos, por lo que reduce los síntomas que sufrimos.
- En caso de diabetes, reduce los niveles de azúcar en sangre y estimula la producción de insulina.
- Para la hipertensión regula la tensión sanguínea y oxigena los tejidos.
- Para la osteoporosis facilita la absorción de calcio y restaura el tejido óseo.
- Para la acidez de estómago, estreñimiento, úlcera gástrica y colesterol.
Os recomendamos tomar la pulpa en ayunas y comenzar por una pequeña cucharilla hasta que os hagáis a su sabor y textura.
Preparado para uso externo:
Mascarilla para la cara:
1 hoja grande de aloe (debemos coger las hojas más exteriores de una planta adulta)
1 cucharada sopera de miel
1 cucharadita de zumo de limón
1 recipiente de cristal con tapa
Sacamos la pulpa de la hoja de aloe, la ponemos en la licuadora junto con la cucharada de miel y de limón y batimos. Lo verteremos en nuestro recipiente previamente esterilizado y lo guardaremos en el frigorífico.
Aplicaremos esta mascarilla dejándola actuar 10 minutos y después lavaremos la cara.
Para heridas, quemaduras..tan sólo tenemos que extraer un poco de pulpa de una hoja y aplicar directamente. El sobrante podemos guardarlo en el frigorífico tapado con un film para ir repitiendo el proceso hasta la curación.
Preparado para ingerir:
Se corta la hoja y se deja en un vaso de forma que se desprenda la aloína que es la parte amarga y que provoca diarreas y es de color amarillento anaranjado y es muy importante quitarla. Después la ponemos en un vaso con agua para quitar del todo el amargor. Tras ésto pelamos y quitamos las espinas. Para consumirla tal cual debemos masticarla hasta que quede líquida en la boca y después tragarla. Como el sabor del aloe no es muy agradable para todas las personas os proponemos otra forma de consumo.
Iniciamos el proceso igual que antes para quitar el amargor, pelamos y quitamos las espinas. Añadimos una cucharada de miel, otra de zumo de limón, canela en polvo y un vaso de agua y licuamos. El líquido obtenido es más fácil de tomar porque su sabor es más dulce y agradable. Lo tomaremos en ayunas.
Contraindicaciones del aloe vera:
La aplicación externa de aloe vera no conlleva ningún peligro salvo para aquellas personas que sean alérgicas a ésta planta. Si no sabes si es tu caso, prueba a aplicarla en una pequeña parte del brazo y espera 30 minutos. Si no se produce ninguna alteración puedes utilizarla tranquilamente.
La ingestión de aloe deben evitarla absolutamente mujeres embarazas (puede resultar abortiva), en período de lactancia (la leche materna contendrá sustancias presentes en el aloe que le serán transmitidos al bebé y su sistema digestivo no está preparado todavía para tolerarlo) o durante la menstruación (aumenta el sangrado), y también niños menores de 12 años que no se han desarrollado en su totalidad y pueden no tolerarla. Tampoco deben consumirla aquellas personas con hemorroides, colitis ulcerosa, colon irritable ni enfermedad de Crohn.
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